La oficina en España de Greenpeace informó que este 2019, se mostró a nivel mundial una de las aristas más terribles de la emergencia climática, evidenciada por los incendios forestales ocurridos en Australia, Rusia, Brasil, Siberia, Indonesia, Canadá, Estados Unidos, Israel, Líbano y Congo, entre otros.
La organización internacional precisó que el fuego arrasó con bosques y otros paisajes, desencadenando graves consecuencias para las personas, el medio ambiente y el clima global.
Refirió que aún siguen activos varios incendios forestales en algunos estados de Australia, donde se registró la primavera más seca y la segunda más cálida de su historia; durante el último mes las llamas ardieron en un área casi tres veces más grande que Líbano.
Greenpeace destacó que la actual crisis climática explica la evolución de los incendios hacia episodios más peligrosos, rápidos e incontrolables, la cual es responsable del aumento de las temperaturas, de las olas de calor y de los periodos de sequía prolongados, que tienen como resultado el suelo árido.
Un dato preocupante de los siniestros en todo el mundo, indicó, es que entre el 1 de enero y el 30 de noviembre se emitieron a la atmósfera 6.3 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), de acuerdo con un reciente informe del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copérnico (CAMS, por sus siglas en inglés).
La responsable de la campaña de Incendios de Greenpeace en el país europeo, Mónica Parrilla, dijo que este 2019 fue un año extremadamente duro a nivel global ya que las declaraciones de emergencia fueron recurrentes, incluso en latitudes altas.
En todas las conflagraciones hay algo en común: el cambio climático agrava las condiciones de su propagación ya que amplía los periodos de riesgo y el impacto de los eventos. “Estos incendios devastadores son el presente y el futuro, es necesario actuar si no queremos ver las peores catástrofes”, anotó.
Indicó que los siniestros en Siberia arrasaron 16 millones de hectáreas y destacó el caso de la Amazonía, donde la superficie afectada en septiembre era de casi seis millones de hectáreas.
También resaltó las conflagraciones ocurridas en el departamento de Santa Cruz, en Bolivia; en Indonesia, California (Estados Unidos), Chile, así como en España, con graves incendios registrados en Valleseco (Gran Canaria).