La noticia de la partida de Evo Morales de México sorprendió a más de uno, pues se le habían dado todas las facilidades al boliviano para mantenerse en el país, incluso con escolta de lujo y manutención pagada por el gobierno.
Cualquiera pensaría que simplemente Evo Morales decidió irse de México porque era mejor para sus planes estar en Cuba o en Argentina; sin embargo, posteriormente se presentó una reunión que hace pensar que la 4T, comandada por Andrés Manuel López Obrador, dobló las manos ante Estados Unidos.
Y es que este miércoles se firmó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), hecho que parece meter presión de Estados Unidos al Gobierno de México para que Evo Morales saliera de territorio nacional.
Aunque diversas voces a favor de López Obrador señalan que México ganó debido a que dio asilo a Evo Morales y eso no impidió las negociaciones del T-MEC, otros expertos ponen en entredicho este triunfo del gobierno de la Cuarta Transformación.
Curiosamente, después de la visita del fiscal general de Estados Unidos, William Barr, las cosas en el gobierno mexicano cambiaron; la partida misteriosa de Evo Morales fue el primer paso para calmar las aguas con los norteamericanos.
Los críticos del gobierno lopezobradoristas dicen que la indicación de Barr fue simple, pues debía ceder a los puntos establecidos por Estados Unidos, que van desde el combate a los cárteles del narcotráfico con apoyo de la DEA hasta la salida de Morales de México.
Obviamente, el ambiente sería hostil si Evo Morales permanecía en nuestro país durante la firma del T-MEC, lo que incluso ponía en riesgo que se firmara este tratado, por lo que López Obrador tuvo que ceder a las presiones.
La firma del T-MEC fue catalogado como histórico por el Gobierno Federal, debido a los supuestos beneficios que traerá a diversos grupos productivos de México, aunque hay quien afirma que el tratado está a modo para Estados Unidos.
Lo cierto es que la firma de este tratado en condiciones tan tranquilas y sin aspavientos, hace pensar a muchos que López Obrador terminó cediendo a las presiones de Estados Unidos.