El ejército electoral de Acción Nacional en Puebla quedó reducido a causa del desvío de fondos que Genoveva Huerta ejecutó para beneficio propio. Este año, en la campaña extraordinaria a gobernador, el partido albiazul debió sostener a los representantes generales y de casilla, pero la triangulación millonaria de fondos a través de facturas falsas minó tal acción.
En cada elección, los partidos políticos construyen algo denominado “ejército electoral”, que es el conjunto de mujeres y hombres capacitados para fungir como representantes generales (RGs) y representantes de casilla (RCs). Son ellos quienes se encargan de cuidar que el conteo de votos sea bien ejecutado y vigilan también que no sean cometidos los diversos delitos electorales en torno a las urnas.
Este año, durante la elección extraordinaria, el ejército electoral del PAN se vio bastante reducido, pues aunque fue incompleto el pago de alimentos y transporte para el total de RGs y RCs registrados ante el Instituto Nacional Electoral, ante las autoridades de fiscalización fue notificada la subvención completa.
Es decir, sumado a los costos inflados y uso de facturas falsas, Genoveva Huerta comprometió la elección extraordinaria al no pagar de manera completa a RGs y RCs. No obstante, el gasto sí fue registrado como completo ante el Instituto Nacional Electoral.
La elección presidencial de 2018 fue considerada por medios de comunicación especializados como la más fiscalizada de la historia, debido a que por primera vez se utilizó a la Unidad Técnica de Fiscalización (UTF) para revisar los informes de gastos de campaña de cada partido. Ese mismo modelo fue utilizado en la elección extraordinaria y entre los gastos analizados está la manutención del ejército electoral.
De acuerdo con diversas fuentes panistas, la distancia que hay entre Genoveva Huerta y distintas figuras de este partido se agudizó el 2 de julio, justo por el abandono al ejército electoral. Cuando el Comité Directivo Estatal reportó que el dinero para los representantes sí fue gastado, la inconformidad aumentó.
Consejeros estatales del partido han reclamado este y otros actos de la dirigente estatal en asambleas o en privado, sobre todo a causa de una grave sospecha: desde hace meses, miembros del PAN aseguran que Genoveva Huerta trabaja de la mano con el aún secretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto.
Si bien la Secretaría de Gobierno debe tener relación con los partidos a causa de su objetivo de cuidar la política interna del estado, destaca que esa relación no es nueva y que justamente se intensificó desde la elección extraordinaria.
La sospecha de un contubernio entre Huerta Villegas y uno de los entonces operadores de la campaña de enfrente se convirtió en certeza por parte de los albiazules cuando la traición se materializó en forma de abandono del ejército electoral panista.
El lunes: El esquema de triangulación fiscal del PAN.