El 24 de noviembre de 1991, el mundo de la música recibió una de las peores noticias de su historia. El líder de Queen, considerado la mejor voz del rock, Freddie Mercury, perdía la batalla contra el SIDA, pelea que llevaba prácticamente perdida desde el momento que se le detectó el mal.
El adiós de Freddie Mercury fue doloroso para millones, que vieron cómo una estrella fuerte en el escenario, que se imponía y dominaba a monstruos de miles de almas, caía derrotado por el virus que también se puso de “moda” cuando él estaba en la cima del mundo.
.gif)