Quizá Walter Mercado no contaba con los elementos necesarios para tener la fama que alcanzó, pues solo era un proveedor de los horóscopos; sin embargo, tenía otras habilidades con las que sedujo a miles de personas y logró fama a nivel mundial.
De acuerdo con una nota que publica Los Angeles Times, Mercado, además de ser la voz de los azares de la surte para todos aquellos que lo vieron durante años en la pantalla chica, ostentaba ante las cámaras una personalidad que definitivamente nunca pasó inadvertida.
Se diga lo que se diga sobre los supuestos conocimientos proporcionados por los astros, lo que hacía Walter Mercado tenía una base académica, pues además de estudiar la carrera de Pedagogía y Sicología también se desempeñó como actor, bailarín y escritor.
Todo eso influyó en la apariencia que Mercado le impuso a su personalidad a lo largo de 15 años en el segmento final del afamado programa de Univision “Primer Impacto”, en el que alcanzó una audiencia diaria de 120 millones de espectadores.
Su forma de vestir ante las cámaras le dio un interés adicional, pues declaró que tenía en su guardarropa de Miami 1,200 capas. La fortuna que acumuló y los excesos de esa clase fueron objeto de críticas, sobre todo por aquellos que descartan la credibilidad de la astrología.
Sus ademanes, su manera de hablar y su extravagancia despertaron dudas de su sexualidad y se convirtió en un ídolo de la comunidad LGBTQ; sin embargo, Mercado se mantuvo alejado de los cuestionamientos, pues nunca se le conoció una pareja sentimental ni hijos reconocidos.
Sin duda alguna, nadie olvidará su famosa frase: “Pero sobre todo, mucho, mucho, mucho amor”, con la que cerraba su segmento, un slogan simple, pero que le funcionó de maravilla.
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