El Día de Muertos es una de las fiestas más importantes de México, incluso más que la misma navidad, pues en diversos lugares de la república hay especial atención en las ofrendas que se colocan para recibir la visita de todos aquellos que ya no están con nosotros.
Enclavado en la Mixteca poblana, pasando Acatlán de Osorio, encontramos la población de Gabino Barreda, donde la muerte tiene un simbolismo especial entre sus pobladores, pues es la fiesta más importante en los hogares de este pueblo con poco más de 500 habitantes.
El viento de noviembre sopla entre las veredas, árboles y barrancas, tal vez ese viento es causado por las ánimas del más allá que llegan a comer en las ofrendas colocadas en las casas de Gabino Barreda, donde se tiene un peculiaridad que las distingue de ser unas ofrendas tradicionales.
Contrario a lo que estamos acostumbrados, en Gabino Barreda no se pone una ofrenda a alguna persona en específico, sino que se pone para todos esos espíritus que quieran visitar los hogares que les ofrecen un festín de sabores compuesto por mole de chivo, fruta, refrescos y el tradicional pan de muerto o "mona".
Cuentan los pobladores de Gabino Barreda que las puertas de los hogares y las ofrendas están abiertas para todas las ánimas del más allá, hasta para Judas, que tiene un lugar en la mesa pese a haber traicionado a Jesús, demostrando así que en la muerte no hay lugar para los rencores y resentimientos.
La música es importante en esta población mixteca y los sonidos de la música tradicional de esta localidad no dejan de sonar mientras se venera a los muertos entre el copal y las flores que adornan las ofrendas, que también recibe infinidad de visitantes de muchos lugares del estado.
La muerte es el destino de todos y eso se entiende muy bien en Gabino Barreda, que pone a disposición de las ánimas del más allá toda la riqueza cultural que tiene este pueblo de la Mixteca poblana, donde todos son bienvenidos.
