Al igual que ser consejero del Instituto Estatal Electoral (IEE), el llegar a la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) Puebla es un “jugoso” botín para todos los que aspiran al cargo dejado por el multicuestionado Adolfo López Badillo.
En estos momentos, 25 personas se pelean este puesto para dirigir una Comisión que en los últimos años ha sido muy criticada, debido al servilismo con los entes de poder e incluso en la defensa de delincuentes.
Apenas el pasado fin de semana, terminó el periodo de comparecencias de los aspirantes a la presidencia de la CDH, por lo que el Congreso del Estado ya trabaja a marchas forzadas para elegir al que será el nuevo ombudsman.
El interés por dirigir la CDH en Puebla se “justifica” por el sueldo que recibiría el nuevo presidente, pues significa el negocio del año para un organismo donde, al igual que en el IEE, se trabaja poco y se gana mucho.
De acuerdo con el tabulador de sueldos de la CDH, el presidente o presidenta estaría recibiendo mensualmente aproximadamente 48,000 pesos, ya libres de impuestos. Sueldo equiparable al de un diputado del Congreso local.
Eso sin contar los beneficios como prima vacacional y aguinaldo, que sumados podrían llegar hasta los 30,000 pesos. Un gran negocio por donde se quiera ver.
Los sueldos exagerados que se dan en la Comisión de Derechos Humanos son cuestionables debido a la casi nula labor que ha tenido este organismo en Puebla, donde se ha mostrado servil a las esferas del poder.
El claro ejemplo de esta labor casi imperceptible de la CDH son los 10 meses del presente año, en los que la Comisión únicamente ha emitido 6 recomendaciones, 2 a la Secretaría de Seguridad Pública y 4 a presidentes municipales.
Ninguna de estas recomendaciones ha sido cumplida hasta el momento, por lo que aún están en trámite y todo indica que serán heredadas al nuevo presidente o presidenta, que entra en funciones el próximo 7 de noviembre.