Durante la estadía de Adolfo López Badillo como presidente de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla quedó demostrada su negativa para la emisión de una Alerta de Género, además de un trabajo lejano a la sociedad con poca relevancia y credibilidad, expresó Roberto Alonso Muñoz, responsable del Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática de la Ibero.
En conferencia de prensa, evidenció que López Badillo, quien ahora pretende ocupar dicho cargo, pero a nivel nacional, dejó mucho que desear.
Su labor en la entidad poblana, dijo, fue alejada de los problemas sociales, incluso puso como ejemplo el caso Chalchihuapan en 2014.
Respecto a la próxima elección de un ombudsman en Puebla, Alonso Muñoz precisó que la persona electa debe cumplir con ciertas características, entre ellas con voz crítica, conocimiento, capaz, experiencia y cercanía a la realidad de los derechos humanos.
Recordó que por varios años el morenovallismo atrajo el control de la Comisión de Derechos Humanos de este estado, tal y como también sucedió con la Auditoría Superior del Estado y el Instituto de Transparencia.
En este contexto, pronunció que es necesario devolverle su autonomía a los mismos. Aunado a ello, Galilea Cariño Cepeda, directora del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría SJ. (IDHIE), resaltó la responsabilidad del Congreso del Estado en la elección de un nuevo presidente, de lo contrario se vislumbra un panorama desolador.
