Miles de jóvenes (muchos de ellos menores de edad) realizaron en la mañana de este jueves una multitudinaria marcha en Barcelona, apenas unas horas después de que las calles de la ciudad vivieran una noche de disturbios que dejó decenas de heridos y detenidos.
"Queremos que la gente del resto del mundo vea que no estamos de acuerdo con la sentencia del Tribunal Supremo ni con nada de lo que está pasando últimamente", relata en conversación con Sputnik una asistente a la marcha, Emma, de 15 años de edad.
La marcha, convocada por el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC), estuvo precedida por varios actos de protestas en centros docentes, donde los manifestantes tomaron los rectorados de distintas universidades, como la Pompeu Fabra de Barcelona o la Universidad de Girona.
Durante el transcurso de la marcha los manifestantes corearon lemas a favor de la independencia y, sobre todo, profirieron insultos tanto a los agentes de Mossos d'Esquadra (la policía autonómica catalana) como a los de la Policía Nacional de España.
Amb el @SEPC_nacional les estudiants prenen els carrers de Barcelona per defensar els drets de tots i totes. #PobleIngovernable #TsumaniDemocratic pic.twitter.com/NPThnQm1uI
— Aram (@Aramrp) 17 de octubre de 2019
La manifestación llegó incluso a detenerse frente a la Jefatura de la Policía Nacional, donde los adolescentes cantaron lemas como "sin farlopa no sois nada" e incluso algunos de ellos, encapuchados, se acercaron a pocos metros de los agentes antidisturbios plantados en la puerta del recinto para sacarles el dedo.
"Yo no soy independentista, pero me estoy manifestando porque creo que se ha puesto injustamente a gente en la prisión", señala Marc, de 14 años, que acude a la marcha junto a dos compañeros de clase.
Muchos de los manifestantes apenas tenían cinco años de edad en el año 2010, cuando la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatuto de Cataluña dio el acelerón definitivo al proceso soberanista que se desarrolló durante la última década.
Pese a su juventud, los asistentes a la marcha señalan que no fueron criados en el "procés", sino que están aquí por voluntad propia.
"Sinceramente, yo no me acuerdo de qué pasó cuando tenía cinco años", señala Emma, que insiste en que "se manifiesta porque considera que es lo correcto" y no "porque me hayan comido el tarro, como se piensan algunos".