Un reporte del Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos reveló que el muro que quiere construir el presidente Donald Trump podría causar daños irreparables en un monumento declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió construir 800 kilómetros de muro antes de las próximas elecciones nacionales, en 2020. En agosto pasado, las topadoras y excavadoras de Trump comenzaron a trabajar dentro del Monumento Nacional Organ Pipe Cactus de Arizona; se prevé que en los próximos meses trabajen en una zona donde se encuentran 22 sitios arqueológicos del antiguo pueblo del Desierto Sonorense.
A diferencia de las preocupaciones que han surgido de privados, iglesias, comunidades y grupos de defensa ambiental, estas advertencias provienen del propio Gobierno, quienes aseguran que, además, algunos elementos arqueológicos a lo largo de la frontera ya han sufrido daños causados por la Patrulla Fronteriza, que recorre la zona en vehículos todo terreno.
En el informe del Servicio de Parques, que resume los resultados de un estudio de 182 kilómetros a lo largo de la frontera entre México y EEUU, los científicos señalan que 22 sitios arqueológicos "probablemente serán total o parcialmente destruidos por la próxima construcción del muro fronterizo", y que "merecerían ser protegidos". Los expertos planean inspeccionar otros 27 kilómetros a finales de este mes.
Los expertos del Servicio de Parques identificaron estos daños y riesgos cuando el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU empezó a acelerar el proceso de construcción del muro, según informó The Washington Post.
Suprema Corte de EEUU permite a Trump usar fondos federales para construir muro fronterizo https://t.co/7jC4qqCWH1
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 27 de julio de 2019
Mientras Trump exige actualizaciones semanales sobre el progreso de la construcción y tuitea imágenes de nuevas cercas en el desierto, los funcionarios de la administración están bajo una presión extraordinaria. El presidente estadounidense ordenó acelerar "los contratos de construcción por valor de miles de millones de dólares, que confiscaran agresivamente tierras privadas e hicieran caso omiso de las normas ambientales" con el fin de llevar a cabo el proyecto, publicó el periódico de Washington D.C.
Patrimonio
El Monumento fue declarado en 1976 Reserva de la Biosfera por la Unesco, y en 1977 el 95% de Organ Pipe Cactus fue declarado área silvestre, hogar de una variedad única de plantas —incluyendo el cactus que le da nombre al monumento— y animales.
El sitio también cuenta con una historia humana que se remonta a hace 16.000 años; antiguas culturas viajaban por la región para obtener sal, obsidiana y conchas de mar de México.
Además de las preocupaciones ambientales, el informe del Servicio de Parques publicado por The Washington Post señala que está en riesgo el patrimonio arqueológico. En el Monumento Nacional se han encontrado herramientas de piedra, refugios de roca y grabados, y los arqueólogos temen que la construcción dañe artefactos aún no excavados.
Entre las áreas de mayor preocupación se encuentran los manantiales de Quitobaquito, que están asociados con una ruta comercial prehistórica conocida como el Viejo Sendero de la Sal.
El área de Organ Pipe Cactus ha sido una de las más utilizadas por los migrantes para cruzar la frontera; grandes grupos de niños, niñas, adolescentes y adultos caminan a través del desierto en busca de protección humanitaria.