Hace unas semanas, Netflix lanzó la serie mexicana llamada "Monarca", que tiene la producción de Salma Hayek y la actuación de Rosa María Bianchi, Juan Manuel Bernal, Osvaldo Benavides e Irene Azuela como personajes principales.
Aunque se podría tomar como una telenovela, Monarca va más allá tocando fibras sensibles de la actualidad mexicana como el narcotráfico y la corrupción que hay en la política, así como la frivolidad de la clase acomodada.
La historia se centra en la vida de la Familia Carranza, comandada por Fausto Carranza, quien muere en condiciones sospechosas, dejando a su esposa Ana Cecilia y a sus hijos Ana María, Joaquín y Andrés la responsabilidad de mantener a flote el imperio que formó llamado Monarca, donde el producto principal es el tequila.
Mientras se desata una guerra entre los hermanos Joaquín y Ana María Carranza, generada por el nombramiento de la última como presidenta de Monarca, a su alrededor también se presentan situaciones que se salen de control y que tienen como víctima colateral a Monarca.
Sin tomar partido, Andrés Carranza libra una batalla contra la frivolidad de su esposa y de su hijo, quien se mete en un conflicto grave que puede llevarlo a la cárcel, agregando a estos problemas su condición oculta de homosexual.
Esta serie se empapa también del ambiente corrupto de la clase política y de todas las trabas que ponen los grupos en el poder para el desarrollo de las empresas, así como acuerdos por debajo del agua y la relación estrecha que tienen con el narcotráfico.
Por estas y otras razones vale la pena un maratón sabatino con "Monarca", una producción mexicana 100 % recomendable.