El presidente de Brasil Jair Bolsonaro dijo este martes que su homólogo de Francia, Emmanuel Macron, deberá "retirar los insultos" contra él para que Brasil acepte la ayuda de 20 millones de euros que ofreció el grupo de países conocido como G7.
"Primero, el señor Macron debe retirar los insultos que hizo a mi persona; primero, me llamó mentiroso, y después, por informaciones que tenía, dijo que nuestra soberanía está abierta en el Amazonas (...) Para hablar o aceptar cualquier cosa con las mejores intenciones posibles con Francia, tendrá que retirar esas palabras", dijo el mandatario brasileño a periodistas a la salida del palacio presidencial de la Alvorada.
Días atrás, Bolsonaro aseguró que los países extranjeros tienen intereses en la Amazonía por su riqueza natural.
La hipótesis del excapitán del ejército se reforzó luego de que Macron sugiriera en la reunión del G7 la posibilidad de abrir un status internacional sobre la selva que genera el 20 por ciento del oxígeno del planeta.
Este puede ser el caso si un "estado soberano" toma "medidas claras y concretas que se oponen al interés de todo el planeta", argumentó el francés.
Lo cierto es que los incendios en el Amazonas tensaron la relación diplomática entre los ejecutivos de ambos países, que recrudeció aún más tras un comentario desafortunado del presidente brasileño en relación a la esposa del mandatario francés, Brigitte Macron.
El pasado domingo, Bolsonaro respondió a un posteo en la red social Facebook que se burlaba de la apariencia de la primera dama de Francia a la cual comparaba con Michelle Bolsonaro, quien es 29 años más joven.
"Ahora entienden por qué Macron persigue a Bolsonaro", escribió un usuario de Facebook junto a las fotos de las dos parejas presidenciales: "Apuesto a que son los celos de Macron", añadió.
"No humilles al tipo. Jajajaja", respondió Bolsonaro, celebrando la publicación.
El propio Macron, en una entrevista que dio junto al presidente de Chile, Sebastián Piñera, respondió al desplante de Bolsonaro calificándolo de "triste", "irrespetuoso" y "una vergüenza" para las mujeres brasileñas, y deseó que los brasileños "tengan muy rápidamente un presidente que se comporte a la altura del cargo".