Gobierno brasileño sabía que se organizaban incendios intencionales en la Amazonía

Gobierno brasileño sabía que se organizaban incendios intencionales en la Amazonía

Foto: Xinhua

Una investigación periodística reveló que las autoridades ambientales de Brasil fueron notificadas de que productores rurales coordinaban iniciar fuego en una zona de la foresta amazónica. A pesar de la advertencia de la Justicia, el Gobierno se excusó de actuar para impedir el incendio.

 

El Gobierno brasileño estaba en conocimiento de que un grupo de productores rurales tenía previsto iniciar un incendio en la selva amazónica, aunque no hizo nada para evitarlo. El Ministerio Público del estado de Pará envió un oficio al Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) el 7 de agosto —tres días antes del inicio del fuego.

 

Según reporta un artículo de Globo Rural, el documento oficial menciona una noticia del informativo local Folha do Progresso sobre el plan que coordinaba un grupo de 70 productores rurales de dos municipios de Pará (norte): desatar fuego alrededor de la ruta BR-163, que une esa zona con el estado de Mato Grosso (centro oeste del país).

 

La notificación del Ministerio Público de Pará recoge las declaraciones de los líderes del grupo en las que manifiestan la necesidad de "demostrar al presidente" su voluntad en "trabajar" y que, para lograrlo, "el único camino es derrumbando" la vegetación nativa, por lo que iban a "limpiar nuestras pasturas con fuego".

 

Otro artículo de Globo Rural indica que el grupo coordinó el inicio de las quemadas en Pará para el 10 de agosto, jornada que los productores denominaban como 'Día del Fuego'. La respuesta a la advertencia formal llegó el 12 de agosto, cuando el Ibama comunicó que había trasladado la información a su oficina de Coordinación de Operaciones de Fiscalización y al Núcleo de Inteligencia de la Superintendencia de Pará.

 

Sin embargo, el organismo explicó que esas reparticiones se excusaron de intervenir debido a la "ausencia de apoyo de la Policía Militar de Pará". En efecto, las agresiones que algunos inspectores del Ibama habían sufrido tiempo atrás por parte de productores rurales de la zona hacían que las acciones de fiscalización del organismo implicaran "riesgos relacionados a la seguridad de los equipos de campo".

 

Mientras tanto, el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, anunció el pasado domingo, a través de su cuenta de Twitter, que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, había decidido abrir "una investigación rigurosa para encontrar y castigar a los responsables de los hechos", en referencia a las noticias sobre la coordinación de focos de incendio intencionales en Pará.

 

 

​Las palabras de Salles fueron secundadas en la misma red social por el ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, que también había sido contactado por Bolsonaro por el mismo tema. "La Policía Federal va, con su expertisse, a esclarecer el hecho. Incendios criminales en la Amazonía serán severamente castigados", sostuvo.

 

 

​Las revelaciones acerca de las intenciones de los empresarios rurales contrasta con una de las versiones manejadas por el propio Bolsonaro, acerca de que las propias organizaciones ambientalistas estaban provocando los incendios.

 

"No estoy diciendo [que las ONGs son responsables de los incendios]. Tenemos que luchar contra el crimen, luego veremos quién es el responsable. Pero, en mi opinión, hay interés de estas ONGs, porque representan intereses de fuera de Brasil", había deslizado el mandatario.

 

El Gobierno de Bolsonaro también había considerado normal el incremento de casi 300% en alertas de deforestación, según declaraciones hechas por el ministro de Ciencia y Tecnología Marcos Pontes, a comienzos de agosto.

 

Según los últimos datos reportados por el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE, por sus siglas en portugués), se registraron 1.663 nuevos focos de incendios forestales en Brasil entre el jueves 22 y el viernes 23 . La mitad de ellos afectan directamente al territorio de la Amazonía. En total, más de 75.000 focos de incendios se han detectado en la selva amazónica en lo que va 2019, un 85% más que en todo el año anterior.

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