La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) de EEUU alertó que el humo de los numerosos incendios en la Amazonía se extiende en varios estados de Brasil.
"Humo de incendios forestales en la Amazonía se extiende por varios estados brasileños", señaló la NASA en su cuenta de Twitter.
Zonas selváticas y naturales de Brasil, como la Amazonía y el Pantanal, viven la peor oleada de incendios de los últimos cinco años, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), que registró más de 72.000 focos ígneos entre el 1 de enero y el lunes.
En lo que va del mes de agosto, se produjeron 34.278 incendios.
Las zonas más afectadas son la Amazonía, que ocupa buena parte del norte y noroeste del país, seguida del Pantanal (oeste y sudoeste), aunque hay también incendios en el sur, muy cerca de grandes ciudades como São Paulo, que el lunes sintió los efectos del humo, según medios locales.
Los focos ígneos se extienden en los estados de Acre (noroeste), Rondônia (noroeste), Mato Grosso (oeste) y Mato Grosso do Sul (sudoeste), llegando a la triple frontera entre Brasil, Bolivia y Paraguay.
Asimismo, la NASA publicó una imagen satelital sobre los incendios.
"Aunque no es inusual ver estos fenómenos en Brasil en esta época del año, debido a las altas temperaturas y a la baja humedad, parece que este año la cantidad de incendios puede ser récord", agregó.
El miércoles, el presidente Jair Bolsonaro sugirió que organizaciones no gubernamentales (ONGs) podrían estar detrás de los incendios para llamar la atención contra el Gobierno
Además, dijo que diversas ONGs podrían haber comenzado los incendios y enviar sus imágenes al extranjero como represalia luego de que su administración retiró el dinero que se le facilitaba.
Expertos y funcionarios dicen que los incendios forestales son causados por el clima seco; en algunas regiones no ha estado lloviendo durante aproximadamente 90 días.
El Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon) señaló que la deforestación aumentó en julio 66 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado, lo que llevó la tasa interanual a un "preocupante" 15 por ciento.
Las políticas de Bolsonaro para la selva tropical provocaron que Noruega y Alemania suspendieran hace días sus aportaciones al Fondo Amazonia, destinado a proteger ese bioma.