Una testigo cuenta su experiencia durante el aterrizaje forzoso del A321

Una testigo cuenta su experiencia durante el aterrizaje forzoso del A321

Foto: Xinhua

Un Airbus A321 realizó un aterrizaje forzoso minutos después de despegar de uno de los aeropuertos moscovitas.

 

No ha habido una sola víctima mortal entre las 234 personas a bordo gracias al gran trabajo de los pilotos, que en condiciones extremas lograron efectuar un aterrizaje manual.

 

Sputnik logró conversar con una testigo de los acontecimientos, Irina Usacheva, quien compartió su experiencia.

 

— ¿Cómo se vivió el momento del accidente?

 

— Todo sucedió literalmente en unos minutos. Se dice que un pájaro se metió en uno de los motores. Las luces se apagaron varias veces en la cabina de pasajeros y esa era una señal de que algo andaba mal. Cuando despegamos, hubo algún tipo de sonido extraño. No entendí bien si era el sonido de las turbinas o del motor, como si pusieras un trozo de papel en el ventilador y empezara a sonar.

 

Entonces empezamos a bajar lentamente. Nos dimos cuenta de que algo iba mal en el avión. Entonces, empezó a subir de nuevo. Después de eso, hubo un fuerte empuje, y empezamos a caer bruscamente. El piloto nos hizo aterrizar en un campo de maíz. Según tengo entendido, el combustible se derramó y un ala quedó muy dañada. La aeronave quedó muy perjudicada. Todos, gracias a Dios, estamos vivos.

 

— ¿Alguien resultó herido?

 

— Sí, cundió el pánico, todo el mundo empezó a salir corriendo. Nos dijeron que algunos pasajeros fueron trasladados al hospital. Vi a un hombre con un collar terapéutico en el cuello y otro con una pierna fracturada o dislocada.

 

 

Algunos de los pasajeros del Airbus A321 dijeron que el incidente fue como volver a nacer, otros confesaron que empezaron a creer en Dios. Muchos expresaron su gratitud a los pilotos por haberles salvado la vida de manera heroica.

 

Así, Olga, una pasajera del vuelo, le dijo al periódico Komsomólskaya Pravda: "Todo el mundo está vivo, el piloto es un genio". Según ella, el piloto hizo aterrizar el avión "desde una altitud considerable". "Si tienen la oportunidad, saluden a los pilotos", enfatizó.

 

Después del accidentado pero exitoso aterrizaje, los pasajeros se apresuraron a abrazar y besar a las azafatas y los pilotos.

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