“Rush, pasión y gloria”, cuando la F1 aún valía la pena

“Rush, pasión y gloria”, cuando la F1 aún valía la pena

En tiempos recientes, los amantes del automovilismo se han mostrado decepcionados de lo que sucede actualmente en la Fórmula 1, donde las emociones son cada vez menores y el aburrimiento crece semana a semana.

 

Los fanáticos de este deporte motor están hartos del dominio de Mercedes, a través de Lewis Hamilton, pues las carreras se definen en la largada y solo quedan dos largas horas de aburrimiento, gracias al -injusto para muchos- poder con el que cuenta actualmente este equipo de F1.

 

Sin embargo, la F1 no siempre fue así, es más, nunca había sido así. Si bien podemos recordar las épocas gloriosas y de dominio de Schumacher, de Senna, de Fittipaldi, nunca se habían dado carreras con tan poca competencia como las que vemos hoy en día.

 

Dicen que recordar es volver a vivir y para no seguirnos decepcionando de la Fórmula 1 debemos recurrir al séptimo arte. El cine nos ofrece una opción para sentir nuevamente esa adrenalina que se sentía en los buenos años de la F1, donde el piloto era competitivo y siempre quería la gloria.

 

“Rush, pasión y gloria” nos invita a regresar a la década de los 70, donde el austriaco y recién fallecido Niki Lauda sostuvo un antagonismo memorable con el británico James Hunt, rivalidad que incluso tuvo al borde de la muerte a Lauda.

 

Basada en hechos reales, este filme protagonizado por Daniel Brühl (Niki Lauda) y Chris Hemsworth (James Hunt) nos muestra cómo nació y maduró la rivalidad de estos pilotos desde categorías inferiores hasta la épica Temporada de 1976.

 

Sin la tecnología que hoy en día vemos en la F1, donde la competencia se ha trasladado a los pits, dejando de lado la carrera, en esta película podemos ver los sacrificios y duras pruebas que debían vivir los pilotos para llegar a la gloria.

 

Lauda, el piloto metódico, correcto y disciplinado, debía cargar con la presión que ejercía sobre él un James Hunt desenfadado e irreverente, un verdadero “viva la vida” del automovilismo.

 

En el filme se cuenta cómo Niki Lauda estuvo a nada de morir en el terrible accidente en la pista de Nürburgring y de qué manera regresó triunfal a la parte final de la temporada, en la que terminó coronándose James Hunt.

 

Muchos pensarían que Lauda y Hunt eran enemigos, pero como el mismo Niki lo dice:

 

“La gente siempre piensa que éramos rivales, pero él era de los pocos que me agradaban y de los muy pocos que respetaba. Sigue siendo la única persona que envidié”.

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