El Gobierno de El Salvador dijo este martes que inició contactos con las autoridades de México para repatriar los cuerpos de dos salvadoreños, un padre y su hija, ahogados cuando intentaban cruzar el Río Bravo para ingresar ilegalmente en Estados Unidos.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la Red Consular y la Dirección de Derechos Humanos, ha brindado su asistencia consular y apoyo a los parientes de las víctimas. Asimismo, realiza de manera oportuna las gestiones respectivas ante las autoridades mexicanas para su respectiva repatriación", afirmó la Cancillería en nota oficial.
En redes sociales y algunos medios de prensa circuló la imagen de los cuerpos sin vida de Óscar Alberto Martínez, de 25 años, y su hija Valeria, de casi dos años, abrazados en la ribera mexicana del río Bravo, en el estado de Tamaulipas.
Tania Ávalos, de 21 años y madre de la menor, sobrevivió a la tragedia y relató que como familia tenían un permiso del Instituto Nacional de Migración para estar en México y de ahí entrar a Estados Unidos, cuando el desespero los llevó a intentar vadear la poderosa corriente.
"Nos unimos al dolor por esta pérdida irreparable. Ningún salvadoreño debería verse en la necesidad de dejar su país por falta de oportunidades", publicó en sus redes sociales Casa Presidencial, sede del Ejecutivo salvadoreño.
El accidente acaeció días después de una reunión del presidente Nayib Bukele con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, donde acordaron políticas para reducir la migración irregular hacia Estados Unidos.
También el pasado fin de semana murió de un balazo en la cabeza la salvadoreña María Senaida Escobar, de 19 años, cuando el vehículo en que era trasladada por "coyotes" (traficantes de personas) fue atacado en el estado de Veracruz, México.
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