La empresa constructora brasileña Odebrecht formalizó el lunes ante la justicia una petición de recuperación judicial (suspensión de pagos) presionada por deudas de 65.500 millones de reales (16.800 millones dólares).
"Odebrecht S.A. comunica que presentó hoy (lunes), en conjunto con sus sociedades controladoras y ciertas controladas una petición de recuperación judicial de las empresas ante la comarca de la capital del estado de São Paulo en términos de la ley nº 11.101/05, conforme a lo aprobado por los órganos societarios competentes de las empresas", dice un comunicado de la compañía.
No están incluidas en este recurso las sociedades Braskem, la constructora Odebrecht Ingeniería y Construcción, Ocyan, OR, Odebrecht Transport, el astillero Enseada Industrial, además de Atvos Agroindustrial (que está en suspensión de pagos desde el mes pasado) y algunos activos y operaciones en América Latina y sus respectivas subsidiarias.
La empresa considera que la decisión de declarase en quiebra es la medida más adecuada para concluir el proceso de reestructuración financiera de forma "coordinada, segura, transparente y organizada", permitiendo la continuidad de sus filiales y de su función social.
La compañía informó que el proceso incluye 51.000 millones de reales (13.100 millones de dólares) de deudas pasibles de reestructuración y otros 14.500 millones de reales (3.700 millones de dólares) compuestos sobre todo por deudas relacionadas con acciones de Braskem y no pasibles de reestructuración.
El grupo brasileño pasa por dificultades desde que empezó la Operación Lava Jato, que destapó un esquema de corrupción en el que ejecutivos de la empresa pagaban sobornos a políticos y funcionarios púbicos para obtener contratos de obras.
La compañía reconoció que un esquema similar fue montado en toda la región para obtener proyectos de infraestructura mediante un aceitado esquema de sobornos y financiación ilícita de campañas electorales.
Odebrecht es una de las mayores empresas de Brasil; llegó a tener más de 180.000 empleados hace apenas cinco años, pero a día de hoy cuenta con 48.000.
La empresa atribuye la crisis a tres factores: la crisis económica que atraviesa Brasil, el "impacto reputacional por los errores cometidos" y las dificultades que las empresas que "colaboran con la justicia" tienen para volver a recibir créditos y ofrecer sus servicios.
La prensa brasileña señala que Odebrecht prefirió no colocar en la recuperación judicial la deuda que tiene con el Ministerio Público Federal por las multas que debe pagar para compensar los delitos cometidos por sus directivos, que ascienden a 2.700 millones de reales (694 millones de dólares).