Brasil amaneció este viernes con paralizaciones en el transporte público con motivo de la huelga general convocada por los sindicatos para protestar contra la reforma del sistema de pensiones que propone el Gobierno de Jair Bolsonaro.
En Belo Horizonte (sureste), la tercera ciudad más poblada del país, "todas las estaciones del metro están cerradas", informó la Compañía Brasileña de Trenes Urbanos.
En São Paulo (sureste), parte de las estaciones de metro está cerrada, las líneas 1, 2 y 3 funcionan parcialmente y la línea 15 está totalmente cerrada, mientras que trenes y autobuses operan con normalidad, según recoge la prensa local.
En Porto Alegre (sur), el día también empezó con varias estaciones de metro cerradas, pero la situación se normalizó alrededor de las 7.40 horas (12.40 GMT), según la compañía Trensurb.
En Río de Janeiro (sureste) la situación en el transporte es de normalidad, pero algunos piquetes bloquearon con barricadas los principales accesos a la ciudad por carretera.
La Policía Militar usó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que cortaban el puente que une Río de Janeiro con la vecina ciudad de Niteroi.
Según la prensa local, hasta las 9.30 horas (14.30 horas GMT) había paralizaciones en el transporte público en al menos 23 de los 27 estados brasileños.
Además de las paralizaciones, la mayoría de grandes ciudades acogerán protestas por la tarde convocadas por sindicatos, movimientos sociales y partidos de la oposición.
La protesta se realiza el día de la inauguración de la Copa América de fútbol Brasil 2019.
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