Las expresiones de apoyo al presidente Andrés Manuel ante las brutales amenazas arancelarias de Donald Trump son tan diversas en México y el extranjero, que vale preguntarse si a ello obedece el optimismo que compartió en la mañanera del 4 en Palacio Nacional, en cuanto a que antes del 10 de junio habrá un acuerdo para eludir la amenaza de la Casa Blanca para que el gobierno de la cuarta transformación le haga el trabajo respecto a los migrantes que buscan ingresar indocumentadamente al país que se autodenomina América.
Que lo diga Donald John en sus propias palabras desde Londres (capital de un reino que le brinda una de las mejores bienvenidas de Estado, mientras el alcalde, la oposición y la sociedad civil lo repudia en forma desafiante): “Como señal de buena fe, México debería frenar de inmediato el flujo de personas y drogas a través de su país a nuestra frontera sureña. ¡Lo pueden hacer si quieren!”.
Los secretarios de Donaldo Juan acatan sus órdenes sin chistar e insisten durante las reuniones previas al encuentro del día 5. El de Comercio, Wilbur Ross, tras reunirse con la secretaria de Economía, Graciela Márquez, dijo: “Reiteré el mensaje del presidente de que México tiene que hacer más para ayudar a Estados Unidos a abordar la migración a través de nuestra frontera compartida.”
El secretario de Agricultura, Sonny Perdue, después de una reunión con Víctor Manuel Villalobos, informó que “el enfoque de nuestra conversación fue qué podía hacer México para prevenir la implementación de las tarifas”. Y días antes el jefe del gabinete Mick Mulvaney exigió que “México demuestre mejoras en controlar el ingreso de migrantes en su frontera sur y mayor combate a organizaciones criminales de tráfico humano”.
Son 400 los traficantes de migrantes detenidos y sin los esfuerzos que México realiza para atender la crisis, el flujo de personas que llegan a la frontera de USA podría ser mayor: 250 mil migrantes en 2019. En territorio mexicano se aceptó a 8 mil 835 inmigrantes retornados en espera de una audiencia de asilo en tribunales de EUA y 18 mil 778 personas esperan en un puerto de entrada fronterizo gringo, dentro de territorio azteca, para presentar solicitudes de asilo; México detuvo a 80 mil personas y las devolvió a sus lugares de origen, además de que entre diciembre y mayo 24 mil solicitaron refugio en el país y de seguir esta tendencia a fin de año serán 60 mil; informó Relaciones Exteriores. Pero el magnate yanqui es insaciable y más mientras no sea reelegido, y eso está por verse.
Pero la unanimidad del gabinete nada tiene que ver con las crecientes voces de legisladores republicanos y no se diga demócratas que visualizan la amenaza arancelaria del emperador. Y el repudio crece, la enorme Cámara de Comercio y el influyente Business Roundtable se pronunciaron en contra de la medida por sus efectos adversos para las economías de ambos países. El Consejo de las Américas expresó que el uso de tarifas para abordar el tema migratorio es equivocado, y que estos aranceles no sólo dañan las relaciones con el que ahora es el mayor socio comercial de EU, sino que ponen en jaque a millones de empleos, dañan a consumidores y amenazan a la economía estadunidense. El famoso “balazo al pie”, justo cuando es el estado de la economía uno de los haberes más favorables para la ansiada relección de Trump.
Como lo prueban Corea, Siria e Irán no es lo mismo dar de manotazos en la mesa y chantajear a socios empresariales que a jefes de Estado.
Acaso el panorama complejo es la fuente del optimismo de López Obrador, cuando 84% de sus paisanos considera que, ante las presiones de Trump, México “debe mantenerse unido y respaldar al presidente”, mientras que 15% opina que se deben mantener las diferencias políticas independientemente de lo que haga Estados Unidos, como lo revela la encuesta de El Financiero.