El presidente de Estados Unidos de visita en Reino Unido, Donald Trump, fue criticado por importantes políticos y comentaristas políticos por su "interferencia de mal gusto" en la política británica, tras afirmar que Boris Johnson sería un "excelente primer ministro".
Su aparente apoyo al exsecretario de Relaciones Exteriores británico se produce durante una ya controversial visita de Estado y mientras la carrera por la dirigencia del Partido Conservador está en el aire.
Políticos de todos los principales partidos británicos han advertido a Trump que no debe romper la convención de neutralidad de tanto tiempo.
El exsecretario de Relaciones Exteriores británico Malcolm Rifkind dijo a los medios que los comentarios "narcisistas y egocéntricos" del presidente "carecen de precedentes" y los describió como "una interferencia de mal gusto en los asuntos de otros".
El líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn, y el líder del partido Liberal Demócrata, Vince Cable, también condenaron las declaraciones.
"El intento del presidente Trump por decidir quién será el próximo primer ministro británico es una interferencia totalmente inaceptable en la democracia de nuestro país", dijo Corbyn.
Los comentarios de Trump se producen mientras 12 parlamentarios conservadores compiten por el máximo cargo que dejará vacante la saliente primera ministra británica Theresa May, quien prometió renunciar a la jefatura conservadora el 7 de junio.
En una conferencia de prensa ofrecida hoy en Londres, Trump dijo que, en su opinión, Boris Johnson haría "muy buen trabajo" como líder de los conservadores ahora en el poder.
El profesor Anthony Glees, experto en política europea de la Universidad de Buckingham, describió la interferencia de Trump en la política interna británica como "odiosa".