San Salvador.- Al menos una docena de réplicas perceptibles siguieron este jueves a un terremoto de 6,8 grados de magnitud en la escala Richter, el cual sacudió incluso zonas donde no suelen sentirse estos fenómenos, aseguró a Sputnik el sismólogo Luis Mixco.
"Hasta en Chalatenango, donde casi nunca se sienten los sismos, reportaron la sacudida de este evento, debido a su profundidad (48 kilómetros) y a la inestabilidad de nuestros suelos volcánicos, que provocan esa sensación de amplificación", explicó el experto del Observatorio Nacional del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
El especialista consideró normal la intensidad que despertó a la población salvadoreña a las 3:04 hora local (09:04 GMT), y los datos proporcionados por mareógrafos y boyas indican un posible aumento de 30 centímetros en la altura de las olas a nivel nacional.
Mixco desmintió además una supuesta relación entre los temporales causados por un área de baja presión en el Golfo de Fonseca y estos sismos, y aseguró que la creencia popular de un vínculo entre cambio de tiempo y temblores carece de base científica.
"Siempre se escuchan esas teorías, pero desde el punto de vista técnico, estos sismos responden al natural proceso de subducción de las placas en una zona con potencial para fuertes sismos, como el de 7.3 grados de magnitud reportado en 1982", precisó Mixco.
En las redes sociales circularon noticias falsas de derrumbes en la carretera de Los Chorros, que bordea el volcán de San Salvador y donde murió una persona al desprenderse una roca durante el enjambre sísmico de la Semana Santa de 2017, pero el Viceministerio de Transporte desmintió tal información.
"Se ha constatado que no existen derrumbes en la carretera Los Chorros, por tanto el tráfico ha sido habilitado, conservando los horarios de lunes a viernes", publicó la autoridad en su cuenta de la red social Twitter.
El Ministerio de Educación suspendió las clases por 24 horas en toda la franja costera, desde el departamento de Ahuachapán hasta La Unión, para que los directores de los centros escolares evalúen y reporten posibles daños en las instalaciones.
Enclavado entre las placas tectónicas de Coco y Caribe, El Salvador registra unos 5.000 sismos al año, la mayoría de ellos imperceptibles.
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