RÍO DE JANEIRO.- De los 55 presos que fueron asesinados entre el 26 y el 27 de mayo en varias cárceles de Manaos (estado de Amazonas, norte de Brasil), 11 estaban detenidos de forma preventiva y aún no habían sido juzgados, informó la Defensoría Pública.
"Entre los presos [que fueron asesinados] encontramos también presos provisionales, y es una preocupación, porque el preso provisional aún no fue condenado, puede ser absuelto al final del proceso y no debería estar en el mismo lugar que los presos definitivos", explicó a la cadena de televisión Globonews el defensor general Rafael Barbosa, que agregó que 16 de los fallecidos ya estaban condenados y 28 eran reincidentes.
La mayoría de las 55 víctimas de la masacre fallecieron por asfixia, y según el juez Glen Machado las muertes se produjeron por una disputa de poder dentro de la Familia do Norte (FDN).
Esta facción del narcotráfico domina buena parte de las cárceles del norte y noreste del país y la ruta del tráfico de drogas del río Solimoes, que conecta la triple frontera entre Brasil, Perú y Colombia con la región de Manaos.
La Policía Civil inició una investigación para aclarar las causas concretas de la matanza, mientras que el Gobierno mandó al estado de Amazonas un grupo de intervención penitenciaria que ayudará a vigilar las cárceles durante al menos 90 días.