El abanderado de Morena a la gubernatura, Miguel Barbosa, se diferenció de "los otros dos candidatitos" al afirmar que él sí conoce el estado y sus problemas, razón por la cual tiene la confianza de los ciudadanos que lo llevarán al triunfo el próximo 2 de junio por diferencia de 3 a 1.
Fue en su último acto de campaña desde Tehuacán este miércoles 29 de mayo, día del cierre de la contienda, que el morenista marcó su línea de los competidores del PAN, Enrique Cárdenas Sánchez, y del PRI, Alberto Jiménez Merino, al calificarlos de "pequeñitos" por no hacer una campaña en tierra y no conocer a profundidad el estado.
Miguel Barbosa reconoció que los años que estuvo tras el volante por todo el estado, fueron los que menguaron su salud, pero dejó en claro que en este momento se encuentra en excelente estado y "este ganso no se cansa", ante sus detractores que acusan de un mal estado de salud.
Yo nunca dialogué con el poder
Durante su discurso, en el que recordó los compromisos hechos en caso de ser favorecido con el voto este 2 de junio, Miguel Barbosa también recordó lo que fue la elección del año pasado, al afirmar que en aquella ocasión obtuvo el triunfo en las urnas por 12 puntos.
No obstante, el exsenador afirmó que durante todo el conflicto postelectoral, jamás se sentó a negociar con el poder político ni perdió su verticalidad para mantener vivo el movimiento de la Cuarta Transformación en Puebla, tal como lo encomendó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Ganamos la elección a gobernador de 2018 por 12 puntos. Un fraude maquinado desde los órganos electorales falsificó una elección de seis elecciones, pero mantuvimos la verticalidad, Miguel Barbosa nunca dialogó con el poder, nunca se sentó con nadie en privado, nunca negoció. Yo tenía el encargo de López Obrador de mantener la lucha y el movimiento".
En su último mensaje público, presumió el candidato que fue el único que se mantuvo así, lejos de la clase política y sus negociaciones al margen de la ley.
En ese sentido, manifestó que está en condiciones de gobernar Puebla gracias a que tiene la madurez y estado emocional que le permitirá dirigir el Poder Ejecutivo por el siguiente quinquenio.
