La Cancillería rusa condenó la aplicación total de la ley estadounidense Helms-Burton sobre Cuba y llamó a todas las fuerzas responsables a poner fin al bloqueo económico de EEUU contra el país caribeño.
En un comunicado el Ministerio ruso afirmó que "condena con firmeza el levantamiento de la suspensión del Título III de la ley Helms-Burton", que según Moscú es "la continuación de una política inmoral de Washington encaminada a intimidar a los Estados soberanos".
"Los métodos de chantaje y presión de Washington son absolutamente ilegales. Llamamos a todas las fuerzas responsables a dar un paso adelante en la defensa de la Carta de la ONU y el derecho internacional para conjuntamente poner fin al bloqueo contra Cuba", dice la nota.
La Cancillería rusa subrayó que con esas nuevas medidas de restricción Washington no solo "atenta de manera flagrante contra la soberanía de Cuba, sino también contra la de los Estados que cooperan activamente con ese país, entre ellos los aliados de EEUU".
"Al devaluar los principios democráticos y rechazar las normas del derecho internacional, EEUU pasa por alto los valores que predica y genera obstáculos para los países que siguen su rumbo independiente", subraya el texto.
La ley Helms-Burton, aprobada en 1996 por el expresidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001), codificó el bloqueo económico, comercial y financiero que EEUU impone a Cuba desde 1962.
El título III de esta ley, que permite a ciudadanos de EEUU presentar demandas ante los tribunales de ese país por las propiedades nacionalizadas en Cuba en los años 60, tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959, se mantuvo suspendido durante 23 años y ningún mandatario estadounidense lo había puesto en vigor hasta Donald Trump, que lo activó el 2 de mayo pasado.
La Unión Europea, Canadá y otras naciones que mantienen importantes inversiones en la isla, expresaron su rechazo a esta ley, y en particular a la aplicación del título III, y advirtieron a Washington de que recurrirán a los mecanismos legales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para impugnar su aplicación, calificada de extraterritorial.