Con un arco en la mano izquierda, un arma de jade en la derecha y 18 trozos de mandíbula inferior de cerdo en sus pies, ¿qué poder, fuerza y riqueza poseía hace 5.000 años?
La identidad del ocupante de una tumba recientemente descubierta por arqueólogos en las ruinas de Huangshan, en la ciudad de Nanyang de la provincia central china de Henan, ha generado debate.
"El arma de jade, similar a un hacha de guerra, es un símbolo de poder", dijo Ma Juncai, director del equipo de arqueólogos e investigadores del Instituto Provincial de Patrimonio Cultural y Arqueología de Henan.
"Mientras tanto, otros artefactos, como un ataúd de madera, objetos funerarios como artículos de jade, gres y cerámica, y un gran número de mandíbulas inferiores de cerdo, demuestran que el difunto tenía poder, fuerza y riqueza cuando estaba vivo", complementó Ma.
El experto añadió que esta es la tumba de clan de más alto nivel de la cultura Qujialing que se ha descubierto en el suroeste de Henan, e incluso en todo el curso medio del río Hanjiang. Se trata de una cultura neolítica tardía que vivió principalmente en los tramos medios del río Yangtse.
Los arqueólogos también encontraron dos ruinas de construcciones de la cultura neolítica Yangshao cerca de la tumba del presunto líder de clan, cada una con un área de más de 120 metros cuadrados. Se cree que eran talleres de procesamiento de jade, pues contenían rastros de este material, artículos semiacabados y terminados y herramientas.
"Las ruinas de la casa son muy significativas para los estudios sobre las estructuras de vivienda y las técnicas de construcción de la cultura Yangshao", dijo Luan Fengshi, profesor de la Universidad de Shandong.
Las ruinas de Huangshan, descubiertas en 1959, tienen una superficie de más de 200.000 metros cuadrados, y son de gran importancia para el estudio del intercambio cultural entre el norte y el sur en la era neolítica.
