Superman, el hombre de acero que el año pasado cumplió 80 años de haber sido creado, tiene diversas historias a su alrededor, pero sin duda la más triste de estas es la de sus creadores, Jerry Siegel y Joe Shuster.
Fue en 1938 cuando el kriptoniano vio la luz en un cómic creado por Siegel y Shuster, quienes desgraciadamente no tuvieron éxito al intentar venderlo hasta que lograron ofertarlo en 130 dólares, sin saber el calvario que les esperaba.
Superman fue, como se esperaba, todo un éxito y cuando Siegel y Shuster intentaron recuperar los derechos se dieron cuenta que la editorial los había estafado, robando por completo la idea del hombre de acero.
Pasaron los años y Siegel y Shuster terminaron sus días en la ruina total, el último incluso viviendo en un parque y el otro muriendo de un infarto en un asilo.
80 años después, Superman es una de las marcas más reconocidas de superhéroes. Propiedad de DC, el hombre de acero genera millones y millones de dólares en el mundo entero, dinero que nunca vieron sus creadores.
A final de cuentas, la justicia plasmada en el cómic de Superman por Siegel y Shuster nunca llegó a ellos, que tuvieron un triste final pese a ser creadores de un personaje emblemático para la humanidad.