
Derivado del deficiente sistema de justicia mexicano ante casos de acoso contra mujeres, nuestro país se unió al movimiento norteamericano surgido en 2017 llamado #MeToo, donde se busca que las féminas revelen en la red social Twitter si han sido víctimas de acoso sexual.
La iniciativa, justificada por la nula atención de las autoridades en estas situaciones, desafortunadamente también se puede usar para un linchamiento público, que pone al movimiento #MeToo en la delgada línea entre la justicia y la difamación.