En sentido estricto y como se lee en la misma página oficial de la Procuraduría General de la República (PGR), esta es el órgano del Poder Ejecutivo Federal que se encarga principalmente de investigar y perseguir los delitos del orden federal. Ejerce sus atribuciones respondiendo a la satisfacción del interés social y del bien común.
Su titular es el procurador, quien preside al Ministerio Público de la Federación.
El procurador intervendrá por sí o por conducto de agentes del Ministerio Público de la Federación en el ejercicio de las atribuciones conferidas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley Orgánica de la PGR y las demás disposiciones aplicables.
No obstante, como se ha constatado en los últimos años, la PRG recibe distintas carpetas previamente armadas, con la consigna de dañar no sólo la honra de varias personas, sino incluso de perseguirlas desmesuradamente, e incluso llevarlas a la cárcel o a destinos aún más irremediables.
Solo en escenarios políticos, se pueden citar tres casos recientes en donde la Procuraduría jugó el papel de policía malo sin grandes pruebas de lo que acusaba.
En marzo de 2017, corrió como pólvora la información de que el padre y seis hermanos de la entonces candidata del Partido Acción Nacional a la gubernatura del Estado de México eran investigados por la PGR por delitos de lavado de dinero. Situación que fue profusamente difundida con la clara intención de poner en duda la probidad de su candidatura.
Más tarde la misma PRG diría que no hubo ninguna investigación, pero lo hizo cuando el daño a la campaña de la panista ya estaba hecho.
Es exactamente el mismo modo de operar para poner en jaque la campaña y aspiraciones presidenciales del panista Ricardo Anaya en la pasada contienda electoral, acusado y perseguido mediáticamente, porque dejó en claro que de llegar a la Presidencia “metería a la cárcel al Presiente Enrique Peña Nieto”.
La PGR igual se prestó al juego político por privar de su libertad por cinco años y medio a la maestra Elba Esther Gordillo, y que al ser declarada libre la misma instancia dijo no compartir el fallo y, claro, habían fracasado en su encomienda de acusar a la maestra por delitos federales y fiscales.
Más allá de las filias y fobias que se tengan por los personajes de la vida política, hay que caer en la cuenta que cualquiera de nosotros o los nuestros pueden ser objetivo de la PGR, sin más delito que perseguir que el político.
Ojalá que la PGR de gobiernos alejados del PRIAN olvide esas temibles prácticas facciosas.
Acta Divina… En marzo del presente, el encargado de la PGR, Alberto Elías Beltrán, declaró que la PGR actúa conforme a la ley.
Para advertir… Maestra Elba Esther, 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, familia de Vázquez Mota, cajas de seguridad de Cancún, Quintana Roo, candidato presidencial Ricardo Anaya, maestra Elba Esther y para no tocar con el pétalo de una rosa el caso Odebrecht.