Hasta hace unos años, tener contratado en casa un sistema de televisión de paga era sinónimo de un poder adquisitivo superior al de la media. El tener cable en el hogar era un lujo que no todas las familias se podían dar.
Sin embargo, en la actualidad la TV de paga se ha acercado a las familias populares, ya que los planes que ofrecen son accesibles casi para cualquier bolsillo, lo que ha golpeado severamente a la señal abierta de televisión, la cual, sobra decirlo, carece de contenido atractivo.