Tras la noticia de la asfixia por ahorcamiento del actor Robin Williams en agosto de 2014, los suicidios aumentaron un 10 % entre hombres de 30 a 44 años, pero con la forma en que Williams se quitó la vida subió un 32 %, así lo dio a conocer la revista científica Plos One.
Esta teoría surgió a partir de la premisa de la Universidad de Columbia, que afirma que estas muertes sucedieron por imitación, superando la tasa de mortalidad de ese año de 16,849 a 18,690 decesos tras la muerte del reconocido personaje.
David Fink, del Departamento de Epidemiología, comentó: “este es el primero que examina el efecto de un suicidio de este tipo en la población general dentro de la era moderna de 24 horas de información constante (…) es importante señalar el papel de los medios sociales como un nuevo factor de riesgo emergente”
Palaras como “suicidio”, “muerte” y “Robin Williams” aumentaron de manera considerable en los medios de comunicación en las semanas posteriores al acontecimiento informó Infobae.