
Hoy en día es común encontrar en las calles de la ciudad farmacias donde se ofrecen además de medicamentos, consultas médicas. Por la supuesta rapidez de atención y el bajo costo de la revisión, estos establecimientos están matando a los consultorios particulares.
Mientras un médico particular cobra por consulta aproximadamente 800 pesos, las dos cadenas de farmacias más famosas de México entregan este servicio en solo 30 pesos. Por supuesto, la buena atención y la recuperación del paciente no están garantizadas.