El largometraje de la cineasta alemana Valeska Grisebach, “Western”, abarca temas como la xenofobia y la cercanía con el otro, tras adaptar los códigos de este género del cine norteamericano a las características del contexto europeo actual.
La historia relata cómo un grupo de obreros alemanes se traslada al campo búlgaro para trabajar en la canalización de un río, en donde se enfrenta a la desconfianza de un pueblo generada por las barreras lingüísticas y las diferencias culturales.
El pueblo pronto se convierte en el escenario de las rivalidades entre dos de ellos, mientras da inicio una prueba de fuerza para conquistar el reconocimiento de los habitantes.
Fue coproducida por Maren Ade, directora de Toni Erdmann (2016), y la apuesta está alejada de las fórmulas clásicas y propicia nuevas lecturas cinematográficas, de acuerdo con un comunicado.
“Western” se construye lentamente, casi como un documental, confrontando ficción con realidad, con actores no profesionales y una fotografía muy apegada a la tradición realista.
El largometraje formó parte de la selección oficial de “Una cierta mirada” en el pasado Festival de Cannes, y a partir de hoy y hasta el 4 de diciembre, se exhibe en la Sala 1 de la Cineteca Nacional dentro de la 63 Muestra Internacional de Cine.