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En algunas ocasiones, tomar la fotografía del recuerdo en los museos puede terminar de la manera menos pensada. Prueba de ello es una familia británica que rompió parte de un ataúd de nada más y nada menos que 800 años de antigüedad en un museo de Essex, Reino Unido.
El féretro, hecho de piedra arsénica, estaba dividido en tres partes. Una de ellas se cayó después de que los padres de familia intentaran colocar en su interior a uno de sus hijos para tomarle una foto.
La familia fue grabada por una de las cámaras de seguridad; sin embargo, abandonaron el museo sin avisar a las autoridades.
"El cuidado de nuestras colecciones es de suma importancia. Este incidente ha sido perturbador para el servicio de museos, cuyo personal se esfuerza por proteger el patrimonio en beneficio de nuestros visitantes y el enriquecimiento de su experiencia en nuestros sitios históricos", dijo Claire Reed, encargada de museo para reparar el ataúd,
El ataúd fue hallado en un monasterio de la zona hace casi un siglo y por el momento estará “fuera de servicio” mientras es reparado, reportó RT.
