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David Brown, un joven de 22 años, de Florida, murió asfixiado después de haber intentado tener sexo con una de sus mascotas: una serpiente.
Uno de sus amigos lo encontró en su vivienda, desnudo y cubierto por una anaconda.
Autoridades tardaron varias horas en separar al reptil del cuerpo, ya sin vida, de Brown, quien permanecía con una erección completa.
“Yo sabía que le gustaba la bestialidad y la asfixia erótica, pero nunca pensé que iba a salir tan mal”, expresó su amigo.
El joven era un aficionado de los animales y tenía una gran colección de ellos: perros, gatos, escorpiones, tarántulas, tortugas, un cerdo bebé y su inseparable anaconda.
Anteriormente ya había protagonizado un accidente cuando un jerbo doméstico (un pequeño roedor) perforó su ano y masticó parte de su vía intestinal, por lo que tuvo que acudir rápidamente a urgencias, reportó el Diario.
