Encodat 2016 evidencia otro retroceso

Encodat 2016 evidencia otro retroceso

La ceremonia por el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas, fue el marco escogido por la elite del sector salud para presentar los resultados de la Encuesta nacional de consumo de drogas, alcohol y tabaco (Encodat) 2016, que evidencia uno de los más lamentables fracasos de las políticas públicas de prevención, vinculadas a la lucha contra el crimen organizado que con éxito centraliza aún el formidable negocio de las drogas ilícitas, aunque algunas de las lícitas como alcohol y tabaco causan muchas más pérdidas en vidas humanas.

 

Veamos los resultados. El uso de drogas ilegales entre adolescentes se duplicó en el pasado lustro, con lo que 7.4 millones de mexicanos las consumieron alguna vez. Destaca la situación de las mujeres, pues la cifra aumentó más de 200 por ciento.

 

De todas las sustancias ilícitas, sobresale la mariguana. Su uso alguna vez se incrementó en más del doble entre las personas de 12 a 17 años de edad, al pasar de 2.4 a 5.3 por ciento entre 2011-16. Tendencia semejante se observó en la pregunta respecto del último año, donde creció de 1.3 a 2.6 por ciento. Este resultado rompió el patrón de crecimiento que se había reportado de 2008 a 2011, cuando los porcentajes pasaron de 2 a 2.4, y de 1.2 a 2.3 en 2016.

 

Para el secretario de Salud José Narro, quien se toma muy en serio la precandidatura presidencial sin mayor base que la interesada promoción mediática, “el país se encuentra ante una situación preocupante, porque no estamos alcanzando lo que queremos”. Y asume lo obvio, se trata de un problema para el que no existe una solución única, hace falta la colaboración de diferentes sectores e instituciones. “Requiere  de un combate (sic) con toda nuestra energía”.

 

En “el combate” gubernamental es donde radica la parte sustantiva de las razones del fracaso de las políticas públicas, porque no privilegian con recursos presupuestales suficientes los programas de prevención y los tratamientos de rehabilitación.

 

Como es del dominio público, las autoridades privilegian la persecución de los consumidores de la mariguana, miles de los cuales saturan las corrompidas cárceles que son escuelas para “doctorarse” en crimen organizado; encarcelan a burreros y estigmatizan a los mayores de edad que la consumen.

 

Manuel Mondragón, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones, eterno funcionario público muy enriquecido, dijo que 8.4 millones de personas de 12 a 65 años consumieron alguna vez drogas ilegales, de las cuales 6.5 millones son hombres. Esta cifra representa un incremento de 25 por ciento respecto de 2011. En cuanto a 1.9 millones mujeres que alguna vez usaron algún sicotrópico, es un aumento de 105 por ciento, cuatro veces más que los varones.

 

Respecto de los adolescentes, en los hombres el aumento fue de 78 por ciento y las mujeres reportaron un alza de 222 por ciento para cualquier tipo de droga. Mas la cantidad de adictos, por fortuna, todavía es pequeña: 0.6 por ciento de los individuos de 12 a 65 años, lo que equivale a 546 mil personas.

 

Hace muy bien Mondragón y Kalb en localizar “el origen de la problemática del consumo de drogas” en las condiciones económicas, sociales y culturales en que “se encuentran sectores importantes de la sociedad”, merced al capitalismo salvaje, agrego yo. “Cuando se ataquen estos y otros frentes, se verán las soluciones”. En tanto, “mientras yo viva”, dijo en alguna ocasión Mondragón frente a Enrique Peña Nieto, “no se legalizará el consumo de la mariguana”.