Moscú.- Rusia reafirmó hoy su solidaridad “inquebrantable” con Cuba al criticar la nueva política del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en relación con la isla, ya que resucita la retórica de la Guerra Fría, informó el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores.
“La nueva línea que el presidente estadunidense ha proclamado hacia Cuba nos devuelve a la ya olvidada retórica de la Guerra Fría que caracterizó la actitud de Estados Unidos hacia Cuba a lo largo de décadas”, señaló la cancillería rusa en un comunicado publicado en su sitio web.
Consideró que un “estilo arrogante en el trato con Cuba no tiene futuro, como han demostrado los acontecimientos del último medio siglo”, tras reiterar la “inquebrantable solidaridad” de Moscú con La Habana, según la agencia rusa de noticias Sputnik.
“Estamos en contra del embargo y el bloqueo, en contra de las sanciones y las líneas divisorias, abogamos por el diálogo, la cooperación, el tendido de puentes y una comunicación libre de dictado e intentos de inmiscuirse desde fuera en los asuntos internos de naciones soberanas", destacó el comunicado.
La cancillería rusa recordó que la gran mayoría de los países comparte este enfoque, como demuestran las respectivas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas contra el embargo a Cuba, y exhortó a la Administración de Trump a atender a la “voz prácticamente unánime de la comunidad internacional”.
El presidente estadunidense anunció el viernes pasado su decisión de cancelar el acuerdo con Cuba alcanzado por el gobierno de su antecesor Barack Obama.
Para Rusia este cambio de rumbo demuestra que "el discurso anticubano todavía es muy popular", indicó la cancillería.
La iniciativa anunciada por Trump confirma la continuidad del bloqueo económico a Cuba y endurece las restricciones a los negocios con empresas vinculadas con autoridades de La Habana, además de prohibir los viajes particulares a la isla.
Estas medidas representan un revés al histórico proceso de acercamiento entre los dos países iniciado en 2014 por el entonces presidente Obama (2009-2017) y su colega cubano Raúl Castro, que incluyó la reapertura de las respectivas embajadas en Washington y La Habana.