Ciudad del Vaticano.- El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Diego Padrón Sánchez, señaló hoy aquí que no se puede confiar en el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, porque busca someter al pueblo con hambre y falta de medicamentos.
Tras reunirse con el Papa Francisco, el arzobispo de Cumaná aseguró que no existen diferencias entre los obispos de su país y la Santa Sede.
Padrón Sánchez afirmó que el pontífice está muy informado de la situación de crisis humanitaria que se vive en Venezuela, y se mostró muy cercano a los sufrimientos del pueblo venezolano.
“Se conmovió mucho de nuestra descripción de los casos que tuvimos en estos últimos días y nos ofreció su apoyo total, su ayuda”, reveló, en declaraciones a un grupo de periodistas´, tras una audiencia de 50 minutos que mantuvo con el pontífice la mañana de este jueves en el Palacio Apostólico del Vaticano.
En el encuentro, solicitado de urgencia por los obispos venezolanos, estuvieron los vicepresidentes de la CEV: José Luis Azuaje y Mario Moronta; el secretario general Hugo Basabe; y los cardenales Jorge Urosa Savino y Baltazar Porras, presidentes honorarios.
Durante la cita, los prelados entregaron a Jorge Mario Bergoglio un expediente con las historias de los 70 muertos en las manifestaciones de las últimas semanas contra el gobierno de Maduro y un estudio sobre la desnutrición en varias regiones del país.
“Nosotros no representamos ninguna parcialidad, no queremos estar de parte del gobierno o de la oposición, a nosotros nos interesa ayudar al pueblo. Nosotros vinimos a presentarle al Papa la situación del pueblo venezolano, de los que están cerca del gobierno o disienten, no tenemos en este sentido ninguna diferencia”, precisó.
El arzobispo lamentó que no se pueda confiar en la palabra del gobierno, porque muchas veces afirma algunas cosas públicamente que después no se concretan en la realidad.
Afirmó que tampoco quiere aceptar que se abra un canal humanitario, para permitir que medicinas y alimentos entren al país, porque debe mantener la imagen internacional del gobierno y no quiere que su pueblo aparezca ante el mundo como uno que tiene muchas necesidades.
“El gobierno quiere mantenerse en el poder a toda costa, tiene la voluntad de tener un pueblo sometido, callado, que no proteste y esto lo logra sin comida, sin medicinas, tenerlo ocupado en las necesidades de todos los días: un pueblo enfermo, con hambre, que sufre no se alza contra nadie”, dijo.
Padrón Sánchez estableció que sólo se podría reiniciar un proceso de diálogo si se cumplen cuatro puntos indicados por el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, en una carta que envió al gobierno y a la oposición el 1 de diciembre de 2016.
Esas peticiones son: apertura de un canal humanitario; respeto a la Asamblea Nacional; la liberación de los presos políticos; y un camino electoral. “Esa sigue siendo la carta magna para cualquier diálogo”, consideró.
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