
Aunque la probabilidad de que te caiga un rayo es de una en un millón, hay casos documentados de personas que se han enfrentado a esta experiencia, algunas de las cuales han sobrevivido. Esto depende de la rapidez con la que se les atienda.
Normalmente, una persona al interior de la ciudad tiene prácticamente probabilidades nulas de ser alcanzada por un rayo, debido a los pararrayos que hay en las estaciones radiofónicas, iglesias, torres y otro tipo de edificios. Cosa muy diferente es cuando estás en el campo, donde se ha documentado el mayor número de accidentes en este sentido.
Para evitar ser alcanzado por un rayo es recomendable que te alejes de la ventana y que evites utilizar los equipos de comunicación y cómputo cuando está lloviendo, principalmente si hay tempestad. Otras personas también aseguran que no es muy buena idea bañarse, nadar en una alberca o en el mar, ni peinarse el cabello en un espacio abierto.
Tampoco es sensato estar en una azotea hablando por celular o hacerlo si el equipo móvil se está cargando. Y si ya de plano estás en el campo sin ninguna posibilidad de resguardo, lo más aconsejable es encerrarte en un auto, debido a que las llantas son de caucho y evitan que el vehículo "haga tierra", lo que prácticamente impide la descarga eléctrica.