Washington.- La carrera de las autoridades de Arkansas por llevar a cabo ocho ejecuciones antes de que termine abril, se vieron opacadas al suspenderse dos de ellas.
El estado de Arkansas tenía previsto ejecutar la víspera a las 19:00 horas (24:00 GMT) a los reos Bruce Earl Ward y Don William Davis Jr., ambos con más de dos décadas en el corredor de la muerte luego de ser encontrados, en casos separados, culpables de asesinato.
La Corte Suprema de Arkansas decidió suspender la ejecución, con la cual se pretendía iniciar la carrera de ejecuciones de ocho delincuentes en 10 días, pues las autoridades de Arkansas tienen el tiempo encima ya que uno de los fármacos empleados en la ejecución caduca a finales de este abril.
La inusual premura, considerando que los sentenciados han pasado en algunos casos hasta dos décadas sentenciados, se debe a que el Departamento de Correccionales de Arkansas tiene un suministro del fármaco midazolam cuya fecha de expiración es el 30 de abril.
El midazolam, sedante prescrito por los médicos para tratar la ansiedad, es usado para dormir a los sentenciados que después reciben dosis de otras dos substancias que detienen la actividad pulmonar y cardíaca.
Dicho medicamento está estrictamente controlado por las farmacéuticas que lo producen y que se niegan a suministrarlo a las prisiones que aplican la pena de muerte en Estados Unidos.
Para el gobernador Asa Hutchinson, los retrasos por las decisiones judiciales causan "daño a las familias de las víctimas" y son una "demora de la justicia", por lo que ha solicitado a la Corte Suprema de Estados Unidos que desautorice a la Corte Suprema de Arkansas en este caso.
Desde 2011, las farmacéuticas han estado bajo presión luego de que la Unión Europea implementó controles estrictos a a las compañías que comercializan fármacos usados en las inyecciones letales.
Eso ha puesto en problemas a los 31 estados de Estados Unidos que aplican la pena de muerte para conseguir los ingredientes en los cocteles que son suministrados para quitar la vida.
La ejecución para ser constitucional requiere no tener crueldad obvia y clara.
La sentencia de la Corte Suprema de Arkansas ha puesto en vilo dos de las ejecuciones, pero aún no se ha pronunciado por el resto.
La última vez que Arkansas tuvo una ejecución judicial fue en 2005.
El gobernador republicano Asa Hutchinson firmó las órdenes para aplicar la ejecución de ocho prisioneros sentenciados entre el 17 y el 27 de abril.
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