Son muy sabrosas pero son muy dañinas. Las papas fritas de bolsa contienen una sustancia cancerígena denominada glicidamida, según una investigación de la Universidad Técnica de Múnich. Esta sustancia se genera a partir del aceite frito cuando supera los 120 grados centígrados.
Los científicos analizaron diez tipos de papas fritas de la marca Chips y Sabritas, en las que hallaron glicidamida en concentraciones entre los 0,3 y los 1,5 microgramos por kilo, cantidades potencialmente peligrosas para la generación de cáncer de diversos tipos.
Otro estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Kariserslautern reveló que hasta los niveles más pequeños de glicidamida han generado mutaciones a nivel celular en animales, lo cual es indicador de un desarrollo de carcinomas a mediano y largo plazo.
Además de lo anterior, comprar papas de tipo Sabritas o Barcel resulta una inversión poco inteligente, pues actualmente estas frituras tienen un costo superior a los diez pesos -en algunos casos hasta 30 pesos- para una bolsa que no cuenta ni con el 20 % de su tamaño. Es decir, que comprar unas “papitas” en la tienda es casi lo mismo que comprar aire.