Respirar aire contaminado todos los días puede reducir el volumen del cerebro, conduciéndolo a la pérdida de memoria, desatención y escases en el procesamiento de la información, afirmaron Investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston, Estados Unidos.
De acuerdo a la información de la Revista Científica Muy Interesante, en un estudio en el cual se examinaron a 943 adultos saludables, mayores de 60 años, mediante resonancias magnéticas, pudieron observar los niveles de contaminación del aire dependiendo a los lugares donde habitaban. Demostraron que el “riesgo ambiental para la salud más grande del mundo” proviene de la contaminación del aire, provocado principalmente por el esmog.
Encontraron que la contaminación proveniente del escape de los automóviles, humo de las fábricas, entre otras fuentes, se relacionaba directamente con la reducción del cerebro en un 0.32%, causada por la pérdida de neuronas asociadas al envejecimiento y la edad.
También se asoció con el 46 % de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular silencioso, como los derrames cerebrales que no se acompañan de síntomas y pueden provocar una disminución significativa en la función cognitiva y mental.
El estudio demostró que las personas que vivían en zonas con mayor contaminación en el aire tenían menos volumen cerebral y un mayor riesgo de sufrir una embolia silenciosa que los que residían en lugares menos contaminados.