Ginebra.- La compañía china Vitargent International se alzó este viernes con el Gran Premio del Salón Internacional de los Inventos de Ginebra por su sistema de detección de toxinas mediante el uso de embriones transgénicos del pez cebra.
"La compañía utiliza embriones de peces cebra, cuyas reacciones permiten estudiar más de un millar de toxinas simultáneamente", indicaron los organizadores del salón en un comunicado.
Este método se aplica a varios campos, desde la alimentación hasta los cosméticos, pasando por los medicamentos, los productos plásticos, el agua o cualquier producto en contacto con las personas.
El sistema se basa en la reacción de los "embriones transgénicos" a agresiones bien precisas. En este sentido, la fluorescencia de los embriones o su deformación sirve de indicador de las materias analizadas.
Los embriones reaccionan entre 48 y 72 horas después de la inoculación del producto que se quiere probar.
Este certamen suizo, cuya 43ª edición cierra sus puertas el domingo, representa un escaparate para muchos objetos técnicos con una aplicación en la industria, en la agricultura, la medicina, la protección del medio ambiente, la construcción, el ocio o la seguridad.