Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco advirtió hoy que la Iglesia no debe acumular riquezas para sí misma, más bien buscar la pobreza y la armonía, dejando de lado las divisiones internas.
En el sermón de su misa privada matutina, celebrada en la capilla de la residencia vaticana de Santa Marta, reflexionó sobre las características de las primeras comunidades cristianas, donde nadie era realmente necesitado y todos padecían persecuciones.
Explicó que en ese tiempo, ningún cristiano consideraba su propiedad lo que le pertenecía, porque todo estaba al servicio de la comunidad y si bien algunos de ellos eran ricos, estaban al servicio.
“Inmediatamente después comienzan los problemas, por el ingreso de Ananias y Saffira, que buscan estafar a la comunidad. Estos son los benefactores que se acercan a la Iglesia, entran para ayudarla y usan a la Iglesia para los propios negocios, ¿no?”, dijo.
Insistió en que los bienes a disposición se administraban para el bien común, pero también existían los problemas, dentro de la comunidad con “los negociantes” y afuera, con “las persecuciones”.
“La comunidad es purificada justamente en medio a las dificultades, a las persecuciones. Ella tiene paciencia en el soportar: soportar los problemas, soportar las dificultades, las maledicencias, las calumnias, las enfermedades, el dolor”, apuntó por último.