El presidente ruso, Vladimir Putin, sufriría una forma de autismo, el síndrome de Asperger, que lo impulsa a ejercer un "extremo control" de sí mismo durante una crisis, según un informe del Pentágono redactado en 2008 y publicado el jueves.
Estudiando las expresiones y los movimientos de su rostro en videos, expertos militares concluyeron que el desarrollo neurológico de Putin fue perturbado durante su infancia, dando la impresión de un desequilibrio físico y de sentirse incómodo en presencia de otras personas.
"Este serio problema de comportamiento ha sido identificado por los neurólogos como el síndrome de Asperger, una forma de autismo que afecta todas las decisiones", afirma Brenda Connors, de la Escuela de guerra de la Marina, autora del informe emitido por el centro de reflexión interna del Pentágono (Office of Net Assessment, ONA).
Pero el Pentágono minimizó la importancia del informe revelado por le cotidiano USA Today, que no llegó nunca a consideración del secretario de Defensa u "otros oficiales militares".
La ONA "nunca transmitió este informe al secretario (de Defensa) y no hubo solicitudes de oficiales del departamento de Defensa para examinarlo", declaró a la AFP una portavoz del Pentágono, Valerie Henderson.