Poblano inventa tratamiento que cura heridas en tiempo récord

Poblano inventa tratamiento que cura heridas en tiempo récord

Foto: Ángel Trinidad
Bajo el nombre de “apósitos antibacteriales Halobac”, el ingeniero poblano Héctor Tapia comercializa una compresa que en tiempo récord puede curar heridas infecciosas y no infecciosas sin dejar cicatriz. Este invento, que comienza a popularizarse en el mercado local, promete revolucionar los tratamientos médicos del mundo.   Tras varios intentos fallidos por comercializar un sistema de esterilización en procesos industriales, Héctor Tapia, ingeniero mecánico, optó por generar un apósito (lienzo esterilizado de dimensiones medianas) que permitiera curar las heridas en menor tiempo y sin las traumáticas curaciones que hasta hoy hacen en los hospitales y clínicas de México.   "Normalmente, las curaciones se lavan con cepillo y se tallan hasta hacerte sangrar porque de eso se trata, de que la sangre circule. Con este producto todo eso de acabó: se coloca sobre la herida y a los cuatro días se retira. La zona va perdiendo las cicatrices y todo se va curando", afirma el científico, quien está registrado ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).   De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud y de la OMS, en Puebla hay alrededor de 220,000 personas con enfermedades que generan heridas crónicas, las cuales sufren las complicaciones de tener estas manifestaciones con riesgo de infectarse. Este sector poblacional corresponde principalmente a pacientes con males como diabetes, úlceras varicosas o enfermos en estado de postración, cuya larga convalecencia genera llagas corporales dolorosas y peligrosas.   Además de ello, las vendas de Halobac son capaces de curar quemaduras desde primero a tercer grado, con un recuperación acelerada que no deja cicatrices: “hemos tenido casos de gente con quemaduras de hasta la mitad del cuerpo, muy delicadas, que se han recuperado completamente y no les queda nada de cicatriz”, afirma el científico, quien ha comercializado su producto desde abril de este año, con una respuesta muy positiva por parte de los médicos que han probado el apósito.   Pero el invento del ingeniero Tapia no es producto de la casualidad, pues el hombre inició con sus investigaciones desde hace una década, recibiendo subvenciones por parte del CONACYT, dependencia que ha reconocido su producto, razón por la que actualmente, las investigaciones del científico están a punto de ser publicadas en las revistas de Medicina más importantes del mundo.   La mejoría reportada por las vendas de Halobac alcanza hasta 43 % respecto a lo que cura un apósito normal, y lo importante de este producto es que fue creado por una mente mexicana, en específico una poblana, lo que representa una total innovación en el mercado, que actualmente está lleno de productos europeos y estadounidenses. Los alcances de este invento son tan importantes que incluso ya ha curado un caso extremo de Gangrena de Fornías, en un paciente que estuvo a punto de perder los órganos genitales por culpa de este mal.   “En cualquier hospital del mundo hay un alto número de infecciones. De 100 heridas quirúrgicas se van a infectar 60, 70, según el país y según la suerte del paciente. Este apósito cura desde heridas bacterianas, por hongo, por quemadura, por fractura, que también son infectadas. También las heridas que son por decúbito, que se hacen por los enfermos que están en postración, por la presión mecánica que hace el hueso contra el músculo y acaban por abrir, también estas heridas las previene”, afirma el ingeniero.   Debido a lo contundente de la reacción, el producto inventado por Héctor Tapia ya comienza a ser utilizado en algunos hospitales de Puebla como el General del Norte, el General del Sur, el General de Cholula y el Hospital Ángeles. Incluso, el reconocido médico, Roberto Mares, jefe de la unidad de quemados del Hospital General del Norte y reconocido académico de la UDLAP, ha comprobado su eficacia y ha ratificado los resultados positivos que este apósito ejerce en las heridas más severas.   Pero Halobac no solo cura las heridas infectadas, sino que también puede ser utilizado de forma preventiva, al colocarse sobre cicatrices quirúrgicas como una manera de evitar la infección, algo común en la mayoría de los hospitales del mundo, debido a la serie de agentes patógenos que hay en todos los nosocomios.   A nivel particular, las vendas de Halobac ya se comercializan en las farmadroguerías Medina, con un precio diferenciado no mayor a los 444 pesos, por lo que además de su eficacia, el invento generado por una mente poblana es también uno de los más baratos en su tipo.   “Yo no tengo el corazón para venderlo más caro, porque hay mucha gente que viene de fuera, que viene con heridas de quemadas, que si lo vendemos a más de mil pesos como algunos los venden, ellos se quedan sin dinero para regresar a sus lugares de origen. Realmente yo ya no voy a cambiar mi vida, yo tenía muchos proyectos pero yo ya no me muevo de donde estoy, porque he descubierto algo que ayuda a la gente que más lo necesita y eso me llena de orgullo”, afirma el científico. 
Notas Relacionadas