En Chignahuapan defenderán el título de Pueblo Mágico

En Chignahuapan defenderán el título de Pueblo Mágico

Foto: Enfoque
Frío y cálido es Chignahuapan. Frío por el clima que predomina en esta región de la Sierra Norte de Puebla, en donde las temperaturas en diciembre pueden alcanzar los seis grados bajo cero. Cálido por su gente, por sus tradiciones y por el pujante esfuerzo de los habitantes quienes buscan conservar el título de Pueblo Mágico que hoy presumen y dar a conocer sus artesanías, como las esferas de vidrio soplado.   Baños termales, una iglesia con una enorme imagen de la Virgen María, un mercado municipal y una laguna en la que convergen las tradiciones prehispánicas con las colonias, son algunos de los atractivos que este municipio ofrece a sus visitantes, además de la delicadeza de sus platillos gastronómicos.   “Somos un pueblo muy trabajador y que siempre recibimos con los brazos abiertos al visitante. Acá pueden venir a la feria o pueden venir al día de muertos y seguro se van a divertir”, advierte María, mujer de 65 años que se dice orgullosa de su municipio y de la denominación que alcanzó en octubre de 2012 al posicionarse como el cuarto Pueblo Mágico del estado.   Y es que Chignahuapan luchaba desde hace mucho por ese honor que alcanzó solo hasta la administración de Rafael Moreno Valle. Por lo demás, los chignahuapenses aseguran que a su municipio no le hace falta nada y que en los próximos años demostrarán por qué obtuvieron el grado de Pueblo Mágico, el cual, señalan, defenderán a costa de lo que sea.   “En Chignahuapan hay de todo: hay hermandad porque todos nos conocemos y nos llevamos bien. También hay tradiciones y costumbres, hay esferas que llegan hasta Europa, hay fuentes de trabajo, hay bellezas naturales y hay frío, mucho frío”, dice Antonio, restaurantero del municipio.   Es precisamente la tradición de las esferas navideñas la que ha encumbrado a este municipio, llevando su nombre y el de México a sitios tan remotos como la Basílica de San Pedro en El Vaticano u otros más cercanos como la casa en la que vive el gobernador del estado. Estas artesanías se producen en la fábrica de esferas del municipio y otros talleres familiares y pueden tener formas tan diversas, al grado de alojar un Niño Dios completo en su interior.   Además de lo anterior, sus baños termales tradicionalmente considerados como curativos, que convocan a miles de visitantes a lo largo de todo el año, hacen de Chignahuapan una zona privilegiada y uno de los municipios más emblemáticos de la cultura y riqueza poblana.   En Chignahuapan hay una estatua en honor a Gaspar Henaine “Capulina”. Fue este personaje, conocido en Latinoamérica como “El Rey del Humorismo Blanco”, el que le dio una connotación de internacionalidad mayor a la demarcación, razón que llevó al gobierno chignahuapense y a sus habitantes a inmortalizar al comediante en el centro de la plaza pública principal.  
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